Y LA QUE SO…RPRENDA
En días pasado fue tendencia en redes sociales la supuesta muerte y enfermedad de gravedad del presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, diversos medios de comunicación y usuarios planteaban teorías sobre el mal estado del mandatario.
Días después AMLO a través de las redes salía a informar que en absoluto se encontraba en un estado de salud delicado, que había sido contagiado de COVID y que ya encontraba listo para continuar con sus actividades y agenda.
A la par de este acontecimiento que mantuvo al país en una espiral de supuestos y teorías, en el Congreso de la Unión, se aprobaban una serie de reformas relacionadas con la SEDENA, INSABI, la extinción de organismos, etc.
Lo nada sorprendente aquí son dos cosas, la primera que la oposición volvió a caer en “todos los trucos” de quién es en mi punto de vista el Ilusionista más grande México, quien marca la agenda de todos los días (quieran o no); y en segundo lugar, que aterra ver como quienes deberían ser un claro contrapeso ante la aplanadora morenista, se distraen en chismes de menos importancia que su trabajo principal: legislar y gobernar.
Parece utópico el día en que la clase política de nuestro país se ponga las pilas, hagan bien su chamba y dejen de quedar como bufones políticos. Ojalá llegue el día en que no seamos gobernados por payasos, ojalá…
